MODELOS EDUCATIVOS DE AYER Y HOY

Grecia Lorena Valencia Arcos
Laura Leticia Lara Lara
Adriana Melissa Fernández Martínez

  • Introducción

Las instituciones educativas, entre las cuales encontramos las estructuras llamadas escuelas, son las encargadas, además de brindar conocimiento a las y los sujetos, de formar actores sociales que tengan la capacidad de insertarse en la sociedad cumpliendo con normas, reglas y leyes preestablecidas; construyendo de esta manera sociedades funcionales y ordenadas, las cuales cumplirán con los mandatos de la hegemonía y supervivencia del sistema.

Los símbolos y significados de lo correcto e incorrecto han sido interiorizados y naturalizados a tal grado que las y los sujetos no son capaces de cuestionar la acción de las instituciones así como la información que es impartida en las estancias educativas, dando como consecuencia una reproducción continua e impulsiva de todas las ordenes y mandatos que se han convertido parte de la cultura y de la vida cotidiana.

Es por eso que dentro de la Sociología de la educación y disciplinas afines a ésta, se da la necesidad de explicar los procesos sociales e históricos que se hacen presentes y se construyen dentro de los procesos escolares, comenzando por lo que es definir el espacio institucional como lugar de confluencia y enfrentamiento de/entre diferentes concepciones del mundo, de diversas y/o contradictorias maneras de ser, pensar frente a la realidad (Tavares, 2010).

En el presente ensayo se abordará la forma en la cual las instituciones van más allá de formar simples estudiantes, forjando actores sociales y como estos a su vez acuden a las escuelas con una meta que supera la adquisición de un conocimiento.

MODELOS EDUCATIVOS DE AYER Y HOY

A parte de la familia, la formación escolar forma parte esencial de la vida cotidiana de los seres humanos, en ella se forman creencias, valores morales y éticos, comportamiento e ideologías, más allá de la enseñanza educativa, como las matemáticas o la lectura.  

La escuela (en cualquiera de sus niveles) es una institución con gran peso y status dentro de la jerarquía social, por ello la transmisión de los símbolos y significados resulta una acción imperceptible, inconsciente e incuestionable para las y los estudiantes, padres, madres de familia y sociedad en general.

Tal como lo cita Prieto (2002) lo social existe de doble manera, en las cosas y en los cuerpos, y es por eso que la primer forma en la cual se interioriza y ordena los símbolos es mediante la utilización del “uniforme” encargado de terminar con la individualidad de las y los estudiantes, negándoles la capacidad de diferenciarse y adquirir una subjetividad durante las horas de clase.

La escuela es una caja donde se encuentran creencias que han permanecido por siglos, en la que los intereses de altas esferas jerárquicas tienen puesta la mirada todo el tiempo.

Desde la perspectiva sociológica el estudio de la educación ha sido y sigue siendo una fuente de investigación, a lo largo de la historia, la educación se ha ido modernizando gracias a la revolución educativa, la cual ha generado una igualdad de oportunidades, pero claramente esta “igualdad” crea diferencias entre quienes las quieren obtener, ya que todos y cada uno de las y los estudiantes están en busca de metas y fines particulares, por lo que el sistema educativo interviene legitimando estas desigualdades mediante un proceso de socialización (Parsons).

El salón de clases es una estructura en la que se puede observar claramente un sistema social donde se genera la socialización, se distribuyen igualdades y se les saca el mayor provecho posible. El proceso de socialización se inicia en la familia pero toma mayor fuerza en la escuela, al haber un proceso de identificación las y los alumnos van posicionándose en una dinámica de jerarquías. Cuando la maestra asigna tareas comunes que llevan al logro diferencial da origen a la asignación de roles, status y selección social, como explica Parsons (1971) en La clase como sistema social.

Las y los docentes no asignan tareas sin un fin, el fin último de hacer que las y los niños aprendan que deben hacer, como lo deben hacer, es solo y únicamente para ir adiestrando –por decirlo de alguna manera- a las y los alumnos para aprender a distribuir los recursos de mano de obra, es decir ir encausando sus habilidades para en un futuro ellos puedan explotarlas en el mundo laboral.

Las instituciones educativas son las encargadas de forjar la mano de obra para poder integrarse en la vida económica y poder sobrevivir y adquirir una posición en la estructura social (Bowles y Gintis, 1981), tal vez la dinámica para crear mano de obra en la primaria es mucho más sutil que en grados posteriores, sin embargo en la universidad se instruye de una manera mucho más especializada por la cercanía en la que las y los jóvenes se encuentran der ser parte del sistema laboral y capitalista.

Lo importante no radica en el estatus que vayan a alcanzar las y los estudiantes, sino que tan competentes serán para poder sostener el sistema capitalista y los intereses ajenos a ellos. Cada uno de los sujetos tienen ideales para su vida futura, los más recurrentes suelen ser los de una vida exitosa laboral, profesional y económicamente, pero la entrada está marcada por el poder adquisitivo que se tiene para poder pagar una educación privada o acudir a la pública, sobre todo a la educación superior está a un paso de introducirse en el sistema.

Las capacidades intelectuales no son suficientes para tener acceso a la educación, sobre todo en países subdesarrollados, o en vías de desarrollo, ahí es cuando la visión marxista de lucha de clases se hace presente silenciosamente, la educación no es para todos, solo unos cuantos, o más bien aquellos que tienen la capacidad económico, cultural, social, intelectual pueden ser llamados intelectuales.

Todas y todos aquellos que logran  insertarse en la escuela, sufren un “proceso” de neutralización de ideología, ya que para las clases dominantes es mucho más sencillo manejar a un grupo hegemónico, originado por la imposición de una serie de normas, valores, reglas y restricciones que se van imponiendo dentro de las escuelas.

Como menciona Gramsci[1], la función de la escuela es organizar parte principal de la tarea formativa del Estado, otorgándole un determinado nivel cultural y moral, las clases dominantes deben de creer que son las que necesitan saber y nada más, es decir,  en las escuelas no se enseña lo que tienen que saber, sino lo que para otros es útil que sepan.

Lo hegemónico es impuesto y se reproduce en la vida cotidiana, simplemente con el hecho de tener que realizar exámenes, aunque suene tonto y simple, al tener que plasmar en un papel lo aprendido puntualmente, es un claro ejemplo de la reproducción, siendo el fin de estas evaluaciones medir la capacidad de cada alumno para subir en la escala educativa, y estar calificado.

La escuela forma parte de lo que Althusser[2] llamaría un Aparato Ideológico, por la manera en la que quien posee la autoridad de enseñar (dominante), ejerce su autoridad sobre las y los alumnos (dominados), pero ésta no es el único que se puede mencionar, también se encuentra la familia, la iglesia, los medios masivos de comunicación y el Estado mismo es un Aparato ideológico, que nos instituyen cómo se debe pensar y actuar.

La educación torna su importancia en la cualificación y calificación de los sujetos y su mano de obra, la nueva sociología de la educación investiga como las escuelas instituyen ideologías hegemónicas y mensajes culturales que limitan los modos del discurso y las prácticas sociales mediante la experiencia escolar (Giroux)[3]

En la actualidad, las nuevas tecnologías y la rápida circulación de noticias han descontrolado las formas de control por un lado, pero por el otro es más rápido localizar situaciones de riesgo para el sistema capitalista.

En cuanto a la educación, en los últimos años los medios masivos (internet) ha ido modificando la manera de aprender e institucionalizar, pero a la vez ha acortado distancias geográficas, ¿esto en que apoya al sistema capitalista? Pues bien, como las necesidades de este sistema se han vuelto más exigentes, la preparación de las y los alumnos en años recientes ha evolucionado, porque la demanda del mundo laboral globalizado requiere mano de obra especializada en tecnología. Y así conforme va avanzando, la demanda hará que cambien las formas de institucionalizar.

A lo largo de la república mexicana se han introducido las TIC´s dentro de los programas educativos de todos los niveles escolares, retomando la idea de que no todos tienen acceso a la educación, con las nuevas tecnologías pasa algo similar, ya que escuelas rurales y alejadas de zonas urbanas, con índices de pobreza no cumplen con los requisitos para ser “merecedores” de tal privilegio de la educación y mucho menos de la especialización de su mano de obra.

En Aguascalientes, el ingreso de esta modalidad se ha visto, casi forzada a ser adoptada para poder sobresalir en la economía mexicana, para cumplir con la demanda que no sólo el Estado, sino que a nivel nacional se le ha impuesto, al pretender ser un estado calificado industrialmente, específicamente en la fabricación de autos, la cual se vio claramente reflejada en la creación de un campus de la universidad autónoma del Estado especializada en forjar ingenieros automotrices, y otras áreas de apoyo para tal industria.

Trayendo con ello no solo una nueva especialización a nivel Universitario, sino, que todas las formas de cultura, económia, política e incuso educación tendrán que realizar una readaptación, ya que las dinámicas laborales serán nuevas y sobre todo si provienen del extranjero como es el caso de la empresa automotriz NISSAN, la cual no solo traerá una nueva forma de producción mucho más flexibilizada y precaria.

Un nuevo lenguaje, alimentación, normas éticas, morales y socioculturales, conllevan a la necesidad de impartir por ejemplo, clases de japonés en escuelas primarias como un segundo idioma, tener un  mayor establecimiento de locales de comida japonesa, perecederos, materia prima e incluso alimentos que en la región latinoamericana no se cosechan.

Es por ello que es necesario el estudio sociológico de la educación, el cual nos lleve a recapacitar no solo en las evoluciones que esta ha tenido con el paso del tiempo y los cambios políticos, económicos, socioculturales, sino que es necesario el entender la función que esta institución tiene sobre los sujetos y las consecuencias de su presencia en el sistema.
BIBLIOGRAFÍA

Bowles, Samuel, Gintis, Herbert, (1981), La instrucción escolar en la América capitalista. México, Siglo XXI. Pp. 75 – 136
De Ibarra, María, (1985), La dimensión social de la educación, México, SEP - El caballito. Pp. 37 – 60
Education Economy and Society. P. Talcott. (1971) La clase como sistema socia: algunas de sus funciones en la sociedad americana (P.p. 53-60).USA
Giroux, Henri A, Más allá de la teoría de la correspondencia. Notas sobre la reproducción y la transformación educativa. En De Leonardo, Patricia, (1986), La nueva Sociología de la Educación, México, SEP – El Caballito. Pp. 21 – 66
Ornelas Tavarez, Gloria, (2010), cosmovisión en la escuela primaria. Una aportación a la antropología educativa. Cuicuilco vol. 17 no. 48, México ene – junio.
Palacios, Jesús, (1984), La cuestión escolar. Ed. Lala, Barcelona.
Pietro. S. B. d. (2002). Habitus, política y educación. Política y Cultura, (17) 193-216. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=26701710





[1] En el texto de María De Ibarra.
[2] Tomado del texto de Jesús Palacios
[3] En Patricia Leonardo.

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