Antonio Gramsci

El lugar de los problemas pedagógicos en el pensamiento de Gramsci

Marxista clásico contemporáneo censurado durante su encarcelamiento fascista por lo que solía expresarse neutralmente, con frases como “filosofía de la práctica” (praxis) la cual se ha consagrado.

Unión del movimiento obrero con la conciencia que reduce las divisiones especiales a la función de meras perspectivas de análisis provisional, así también ofrece explícitamente la obra de Gramsci el criterio con el cual se puede acercar a la obra integra para entenderla.

El interés de Gramsci por la pedagogía

Sus motivaciones principales para el conocer la crisis de la educación: familiar por un lado y de investigación teórico – práctico por otro.

La presente preocupación por la educación de sus hijos enlaza y entremezcla con el problema de las instituciones  escolares y las orientaciones pedagógicas  del Estado socialista.

“La cuestión escolar me interesa muchísimo” sin duda alguna, este interés hay que verlo en su preocupación más general por la reforma intelectual y moral de la sociedad, que ocupa tantas páginas de su obra.

La crisis educativa y su marco

Una de las motivaciones por la cual Gramsci se interesó por la educación, fue por la crisis que había en éste ámbito en su época en todos los niveles. La dominación de las clases afectaba también en las escuelas, los burgueses como privilegiados en la enseñanza y aprendizaje, clase burguesa quién hacía y deshacía a su antojo. Crisis que se hacía presente aún en la Universidad Popular “popular” para Gramsci ya que no daba respuesta a las necesidades populares.

Gramsci ve en la crisis de la escuela creada por el Estado liberal el reflejo de la crisis estructural de la sociedad y de su principio ideal – cultural, e insiste en el hecho de que son las exigencias del desarrollo técnico-productivo con sus complejas repercusiones sociales, las que han disuelto la valides del principio pedagógico organizativo de la escuela tradicional.

Problemas pedagógicos no solo son problemas didácticos sino que están entrelazados con problemas culturales y políticos.

La cultura

La preocupación de Gramcsi por buscar una respuestas a las necesidades y demandas culturales de las clases trabajadoras del movimiento obrero, le obliga a empeñarse en la búsqueda de una cultura nueva que llegue a convertirse hegemónica es decir que desbanque  la vieja cultura del producto del Estado Burgués.

Para ello hay que redefinir “cultura”, es organización, disciplina del propio yo interior, es toma de posición de la propia personalidad, es conquista de una conciencia superior por la cual se llega a comprender el propio valor histórico, la función de la vida los propios derechos y deberes y no sólo un saber enciclopédico en el que solo se ve al hombre bajo la forma de recipiente que hay que llenar y atiborrar de datos empíricos, de hechos mortificantes y sin hilvanar que el podrá después encasillar en su cerebro como en las columnas de un diccionario para responder.

La definición de cultura de Gramsci hace énfasis en la formación y robustecimiento del yo, la personalidad, adueñarse de nuestro propio yo trascendental, así pues queda señalada la oposición hacia el naturalismo.

Cultura = crítica, de logro de una conciencia del propio yo.

Los intelectuales

Representan una categoría orgánica de toda clase dominante, categoría que constituye en dos vertientes: intelectuales orgánicos que cada clase nueva comporta y elabora un su desarrollo progresivo y la de los intelectuales tradicionales o de casta que son categorías intelectuales anteriores a nuestra cultura.

“Todos los hombres son intelectuales, podría decirse; más no todos los hombres tienen en la sociedad la función de intelectuales”.

El bloque histórico y el papel del Estado

Príncipe gramsciano que no podía ser en la época moderna un héroe real sino el partido político, es decir vez en vez y en las diversas relaciones internas de las diferentes naciones y aquel partido pretende fundar un nuevo tipo de Estado.

El moderno príncipe ocupando las conciencias de las relaciones en cuanto que tiende a crear un tipo y un nuevo nivel de civilizaciones, el Estado debe convertirse en educador.

III El Concepto gramsciano de educación. La naturaleza humana

Gramsci defiende una concepción del ser humano como una serie de relaciones activas en el que si bien la individualidad tiene la máxima importancia, no es lo único que se debe considerar. La humanidad se refleja en la individualidad compuesta por: el individuo, otros hombres y la naturaleza.

El hombre es sobre todo espíritu es decir creación histórica y no de naturaleza y segundo la conciencia humana no es un fenómeno individual sino un reflejo de la sociedad en la que el niño vive y de las relaciones sociales de ella anudadas.

Contra el liberalismo y el autoritarismo
Disciplina y formación

No es el menor fallo de la nueva pedagogía el haber intentado atar el dogmatismo precisamente en el ámbito en que cierta cantidad de dogmatismo se hace prácticamente necesario: el campo de la instrucción de la asimilación de nociones concretas.

En busca del principio educativo. Contenidos y métodos

Separación escuela-vida ha sido según Gramsci una de las causas de la crisis educativa, si la relación anterior no existe es muy difícil poder recabar una participación activa por parte del alumno. El divorcio de escuela-vida tiene una importante consecuencia relativa a la persistencia en la que la conciencia de los niños y los jóvenes de toda una serie de prejuicios y concepciones mágicas llegadas a las relaciones cívicas y culturales propias de cada medio, mientras que la escuela dedique toda su actividad a la adquisición de una cultura “desinteresada” a través de estudios objetivos no coincidirán eficazmente sobre las conciencias infantiles y se comportara como si la vida real del niño careciera de importancia.

La escuela única

Gramsci se opuso a la multiplicidad de escuelas técnicas y profesionales, ya que tal multiplicidad surge como consecuencia de la implantación del industrialismo a todos los niveles de la vida, al tiempo que como discriminacionismo que utiliza esta diversidad para separar en las escuelas de más baja calificación a los hijos del proletariado.

Gramsci defiende que puesto que en todos los niños existen tendencias tanto hacia la práctica como a la teoría, lo justo es buscar la armonización de todas las facultades para que luego surjan las diversas civilizaciones, esto dado a través de una escuela única obligatoria y no que cada grupo tenga una escuela reproduciendo los estratos de una determinada función tradicional, directiva o instrumental.

Enseñanza y trabajo

Enseñanza trabajo hay que señalar que éste no es solo valido para la vida escolar, sino que hay que ampliarlo también a las relaciones entre los intelectuales y la clase obrera, relacionarse a las que dedicamos buena parte del principio de esta exposición.




El arte educador. «El arte es educador en cuanto es arte, pero no en cuanto ‘arte educador’, porque en este caso no es nada, y la nada no puede educar. Sin duda parece que todos estemos de acuerdo en desear un arte que se parezca al del Risorgimento y no, por ejemplo, al del período dannunziano; pero en verdad, si bien se considera, ese deseo no contiene el de un arte en vez de otro, sino el de una realidad moral en vez de otra. Del mismo modo, el que desea que un espejo refleje una persona hermosa y no una fea, no desea un espejo distinto del que tiene delante, sino una persona distinta» *.

* Croce, Cultura e vita morale, págs. 169-170, cap. «Fede e programmi», de 1911.

«Cuando se ha formado una obra de poesía o un ciclo de obras poéticas, es imposible continuar ese ciclo mediante el esfuerzo y la imitación y mediante la variación de esas obras: por esa vía no se obtiene más que lo que suele llamarse escuela poética, el servum pecus de los epígonos. La poesía no engendra poesía; no se produce la partenogénesis; hace falta que intervenga el elemento masculino, lo que es real, pasional, práctico, moral. Los más altos críticos literarios advierten en este caso que no hay que recurrir a recetas literarias, sino, como ellos dicen, ‘volver a hacer el hombre’. Vuelto a hacer el hombre, refrescado el espíritu, surgida una vida nueva de afectos, de ella nacerá, sí nace, una poesía nueva» *.

* Croce, Op. cit., págs. 241-242, cap. «Troppa filosofia», de 1922.

Esa observación puede ser asimilada por el materialismo histórico. La literatura no engendra literatura, etc., o sea, las ideologías no crean ideologías, las superestructuras no engendran superestructuras sino como herencia de inercia y pasividad: nacen no por «partenogénesis», sino por la intervención del elemento «masculino», la historia, la actividad revolucionaría que crea el «hombre nuevo», es decir, crea nuevas relaciones sociales.

De eso se deduce también lo que sigue: que el «hombre» viejo, por ese cambio, se convierte él también en «nuevo», puesto que entra en nuevas relaciones una vez invertidas las anteriores. A lo cual se debe el que, antes de que el «hombre nuevo» producido positivamente haya dado poesía, se puede asistir al «canto del cisne» del hombre viejo renovado negativamente, y a menudo este canto del cisne es de esplendor admirable; lo nuevo se une en él a lo viejo, las pasiones se encienden de un modo incomparable, etc. (¿No es acaso la Divina Commedia algo así como el canto de cisne medieval, que anticipa al mismo tiempo los tiempos nuevos y la nueva historia?) (C. VIII; L.V.N. 10-11.)

       Antonio Gramsci: Hegemonía y Contrahegemonía – Sociología
·         Educación y hegemonía
·         Educar para el trabajo vs educar para la vida
·         Video institucional de educación y trabajo (comercial del gobierno de Argentina para promover la educación y conseguir un empleo)
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